Habló el médico de Maradona y llorando, se defendió – Negocios & Política
 

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"El funcionamiento con Diego era así: Diego odiaba a los médicos, odiaba a los psicólogos, conmigo era diferente porque yo era genuino, ni una foto con él, tanto quilombo me hicieron por una foto", afirmó.
Justicia
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Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, habló con la prensa luego de que la Justicia allanara su casa en la causa que investiga una posible homicidio culposo del ex futbolista y afirmó ante las cámaras de TV.

"Con el Fiscal no hablé nada relevante. Con Dalma y Giannina estuve hasta el entierro. Me dijo que Giannina estaba triste. Hablo con Jana, con Dieguito JR.". 

"Soy responsable de amarlo, de mejorarle la vida y de alargarle la vida. Yo con Diego hablé mucho. Le digo 'la gente dice que andás drogado'. Y Diego me decía "boludos son los que sobran".  

"No sé de quién es la responsabilidad. Él es un paciente en condiciones de alta. Debía permanecer en una clínica de rehabilitación, pero él se negó. Logramos que tuviera una enfermera, pero él se podía ir caminando de la clínica, nadie tenía que firmar". 

 "Yo no era entorno. Diego hacía lo que quería. No sé si hubo alguien que lo persuadía para ir a la cancha. El día del cumpleaños yo no lo fui a saludar. Diego no tuvo vida. Hay cosas que yo no puedo manejar ni puedo opinar. No me gustó verlo así. Por eso yo fui el lunes a la casa. Y me sacaba cagando como siempre".  

"Yo quería que disfrute de su familia. Pensé que eso le iba a hacer bien. Maradona estaba solo, extrañaba a los padres. Yo no tengo dudas de que la familia lo amaba. Yo entraba a su habitación aunque él no quisiera".

"En las buenas estaban todos con Diego. Yo lo dejaba respirar a Diego. Los primeros tres y cuatro días lo dejé tranquilo. Yo no sabía que esto podía pasar". 

Entre lágrimas: "Pienso muchas veces, me gustaría que él esté acá. ¿Reprocharme? No sé, él quería una vida que era mala, yo quería acompañarlo, lo saqué pelotear, no quería, lo quise traer a mi casa. Él extrañaba mucho a los papás. Volvería a hacer todo esto, reprochar no me reprocho nada, estoy muy orgulloso de lo que hice por Diego y por su familia".  

"Es mentira que la Clínica (Olivos) recomendó no externarlo. NO hubo un error médico de parte de nadie. Diego tuvo un ataque cardíaco, en un paciente con las características de él es lo más común del mundo que muera así. Se hacía todo lo posible para disminuir la chance de ese evento. La Clínica actuó perfecto. Lo operamos, está en condiciones de alta, lo retuvimos un poco más, me apoyaron pero me dijeron "esto no es un centro de rehabilitación, es un centro de patología aguda". Yo extendí todo lo que pude la internación. Y lo que logramos todos juntos era tratar de persuadir a Diego para meterle gente". 
 

"Acá no hay decisiones. Yo no decido hoy te vas. Acá hay criterios médicos. En 48-72 horas puede haber alta. No hubo un error médico, lo de Diego fue un hecho fortuito. Es un hecho que podía pasar. Se hacía todo lo posible para evitar eso". 

"El jueves entré a la casa "no quiero recibir a nadie". ¿Quién era el único que podía estar ahí adentro? Yo. Entré y me dijo 'Luque dejame tranquilo, dale' Yo le decía que se levante, Diego no quería ni recibir a las hijas. Y ese día me echó. Pero yo lo banqué porque lo quería, porque sabía que necesitaba ayuda y sabía que quizá era el único que tenía una chance para que me des bola. Todo lo que hice yo es de más, nunca hice de menos. Lo que hice fue una contención". 

"El jueves lo fui a ver como siempre y pasó lo que pasaba: cuando Diego se ponía mal y echaba a todo el mundo". 

 

"Que hablen las estupideces que están hablando les aseguro que al que más le duele es a Diego. 

Diego era un paciente de alta, todo lo que se logró de ponerle una enfermera era de más, necesitábamos el consentimiento de Diego. El alta neuroquirúrgica lo tenía. El resto son sugerencias y el paciente tiene que tener voluntad". 

Diego me echó un montón de veces de su casa, después me llamaba. Mi relación con Diego era la de un padre rebelde con un hijo. Así era mi relación con Diego. Si yo no estaba al lado Diego no se sacaba ni una muela". 

 "El funcionamiento con Diego era así: Diego odiaba a los médicos, odiaba a los psicólogos, conmigo era diferente porque yo era genuino, ni una foto con él, tanto quilombo me hicieron por una foto". 

En cuanto a las cosas que se dicen la verdad que no las puedo ni leer, estoy muy mal porque se murió mi amigo 

Todavía no estoy informado. Ellos vinieron de un modo que uno no espera después de un evento así y después d ehaber trabajado por Diego como trabajé. Con mi mujer y mi familia les abrimos las puertas y les dimos toda la información que quisieron, nuestros teléfonos desbloqueados, todo. Lo que pidieron lo tuvieron. Se llevaron la historia clínica con todos los registros de las atenciones que hice. 

"Me sorprendió porque cuando Diego fallece yo llegué al lugar y estaba la fiscalía trabajando. Yo en todo momento estuve a disposición de ellos. Es su trabajo, son procedimientos legales que no voy a criticar. Sé lo que hice, sé como lo hice. Lo que hice con Diego, por Diego hasta último momento estoy absolutamente seguro que hice lo mejor con Diego, lo mejor que se podía" 

 

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