Un militar casi hace estallar un vehículo mientras se investigaba el robo de unas 30.000 municiones de guerra – Negocios & Política
 

Ejército |Un militar casi hace estallar un vehículo mientras se investigaba el robo de unas 30.000 municiones de guerra

El hecho ocurrió el viernes en una unidad dependiente de la Brigada de Montaña VI, en Neuquén. Se cree que las cajas de proyectiles de FAL salieron de una base del Ejército y nunca llegaron a destino. Un sargento ayudante especialista en explosivos quedó detenido.
Justicia
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La Justicia federal de Neuquén investiga el presunto robo de casi 30.000 municiones calibre 7,62 milímetros de Fusil Automático Liviano (FAL). En el Ejército aún no tienen la cifra exacta del faltante, tampoco está claro cuál fue el recorrido de las cajas de los proyectiles que en teoría tendrían que haber salido de uno de los polvorines de la Base de Apoyo Logístico (BAL), con asiento en Zapala, y cuyo destino final era el Batallón de Ingenieros de Montaña 6, en la ciudad de Neuquén. Ambas unidades dependen de la Brigada de Montaña VI.

El caso salió a la luz cuando una comisión de la unidad de Ingenieros fue a retirar municiones a la BAL. Cuando llegaron a Zapala se enteraron que según los registros el parque que les correspondía ya había sido retirado. Por lo general, cada caja de municiones contiene mil unidades.

Cuando la comisión regresó con las manos vacías, informó la novedad y el jefe del Batallón, teniente coronel Ricardo Martín Iturriaga, encendió las alarmas y denunció lo ocurrido al comandante de la Brigada de Montaña VI, el coronel mayor Pablo Chort.

La extraña situación tomó un giro inesperado cuando se llamó al encargado del polvorín con el fin de cruzar información y ver cómo fue que se produjo el faltante. Se trata de un sargento ayudante del servicio de Arsenales y especialista mecánico de munición y explosivos. Hasta ese momento se creía que se trataba de algún error en los registros.

Comandante de la VI Brigada de Montaña, coronel mayor Pablo Eugenio Chort.

Una camioneta bomba

Cuando lo llamamos primero hizo un escándalo y después se descompensó”, explicó una fuente militar a Negocios&Política. Lo peor vino después: “nos termina diciendo que había puesto un explosivo en su camioneta”, agregó la misma fuente.

El suboficial fue detenido por sus superiores y las autoridades militares de la Brigada realizaron la denuncia en la fiscalía Federal de turno. De la camioneta con explosivos se encargaron expertos de la Policía Federal, todo indica que la carga estaba lista para explotar cuando se encendiera el motor del vehículo. Lo que hace suponer que el encargado del polvorín de la BAL de Zapala habría estado dispuesto a suicidarse.

En un mensaje de voz que envió por WhatsApp uno de los testigos del hecho, explica que el suboficial “se quiso hacer el loco y llenó su camioneta de explosivos y la quiso volar al frente de la jefatura, le salió mal”. 

Por otra parte, una de las fuentes militares consultadas detalló que “no hay duda del faltante, pero no podemos precisar la cantidad, serían entre 28.000 y 30.000 municiones 7,62 milímetros. Pero no sabemos si falta otro tipo de municiones o elementos como pueden ser repuestos, o rezagos para descarte. Es todo muy reciente, se está investigando junto con las autoridades judiciales”.

Ahora el sargento ayudante se encuentra detenido en un hospital y a disposición del juez federal de Neuquén Gustavo Villanueva. El magistrado ordenó una serie de allanamientos en la BAL, en el domicilio del suboficial, y también en el Batallón de Ingenieros de Montaña 6 a los efectos de obtener los registros.

Más municiones para el delito

Desde el primer momento de la instrucción judicial, las autoridades militares de Brigada de Montaña VI se pusieron a disposición del magistrado y entregaron toda la información que se requirió, según explicaron fuentes del juzgado Federal Nº2 de Neuquén.

A última hora de la noche del sábado, el departamento de Comunicación Institucional que depende de la Secretaría General del Ejército, emitió un comunicado en el que reconoce que “el día 23 de octubre, en las instalaciones del Batallón de Ingenieros de Montaña 6 -ubicado en la ciudad de Neuquén- se inició una actuación de justicia militar con motivo de registrarse un presunto faltante de munición. Por tal motivo se da intervención al Juez Federal a fin de iniciar el proceso de esclarecimiento del hecho, haciéndose presentes en la unidad junto con el comandante de la Brigada de Montaña VI y la fiscal de turno. Tras las medidas tomadas, el Ejército Argentino se encuentra a disposición de las autoridades judiciales a fin de colaborar con una pronta resolución de lo sucedido”.

En el país la utilización de armas de guerra en asaltos, especialmente a blindados, ha ido en aumento. El primero de mayo de este año se capturó en la ciudad de La Plata a un peligroso delincuente que se tiroteó con la policía con un FAL. A mediados de agosto, la policía bonaerense detuvo a una banda que se dedicaba a la comercialización de estupefacientes que, entre otras armas, utilizaba una réplica de una ametralladora antiaérea que llevaba municiones de FAL.

Pero los FAL, utilizados en el país por todas las Fuerzas Armadas y gran parte de las Fuerzas de Seguridad, no son las únicas armas que utilizan el calibre 7,62. En Brasil y Paraguay, los legendarios fusiles de origen belga ya son remplazados por las principales bandas delictivas por los IMBEL o los Galil de origen israelí, que también utilizan el mismo calibre. 

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