Trotta y Cabandié, dos ministros con un pie afuera del Gabinete – Negocios & Política
 

Mensajes desde Olivos |Trotta y Cabandié, dos ministros con un pie afuera del Gabinete

Los jefes de las carteras de Educación y de Medio Ambiente recalarían en otras áreas del Estado. El avance de los intendentes del conurbano en un esquema electoral. Los intocables de Alberto Fernández y los deseos navideños de Cafiero.
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El presidente, Alberto Fernández, sabe que tiene poco margen para cuidar a los suyos. No le quedan balas de plata, pero aún así tiene algo más poderoso que el resto de los componentes del Frente de Todos: la banda presidencial.

Según pudo saber Negocios&Política, Alberto trata de mantener el equilibrio entre ceder ante los pedidos de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, o mantenerse estoico ante sus decisiones: un callejón sin salida.

“Si permite que avancen sobre su Gabinete, está claro que en el armado de listas no va a tener ningún tipo de poder para cuidar a los suyos”, opinó a este medio un importante intendente peronista de la zona sur del conurbano.

Claro, puertas adentro de la fuerza oficial entienden que el lápiz fino para la definición de candidatos no va a estar en Balcarce 50, ni tampoco en el Senado de la Nación: las directivas saldrán del despacho del jefe del bloque K, Máximo Kirchner, al menos en lo que se refiere a la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país.

Con este escenario arriba de la mesa, Alberto Fernández pretende que el lavado de cara a su gestión sea a mediados de febrero, de cara al cierre de listas y previo a su discurso de apertura de las sesiones legislativas 2021. Esto tiene una explicación: el presidente no quiere quedar como un mero ejecutor de los pedidos de CFK, ni tampoco quiere que la única pata golpeada por cambios en el Gabinete sea la de su riñón político. Difícil tarea.

Incertidumbre para algunos 

De acuerdo a las idas y vueltas que surgen desde la Casa Rosada, Fernández ya sabe cuáles serían los dos ministros que deberán buscar un nuevo destino para el 2021. El ministro de Educación, Nicolás Trotta y el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, tienen el boleto picado.

¿Sus reemplazantes? Eso está a definirse, como todo, aunque aparecen dos intendentes del conurbano de real peso específico con avanzadas charlas para recalar en esos lugares. En Educación se buscaría un perfil más técnico, pero no por eso, menos político.

En el tablero de premios y castigos, los ministros que funcionaron son aquellos que llegaron con madrinazgo de Cristina. Los del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, alternaron buenas y malas, y los de Alberto quedaron en números rojos, pero algunos de ellos son intocables.

Los intocables

En las últimas semanas y sobre todo después del discurso de CFK en el Estadio Único Diego Armando Maradona, todas las miradas apuntan a la ministra de Justicia, Marcela Losardo, pero se olvidan de un detalle fundamental: su amistad con el Presidente de la Nación.

Losardo es amiga y socia de Alberto desde hace más de 30 años. Los une una entrañable relación y eso es lo que, hasta ahora, permite que su sillón sea intocable pese a los gritos del sector duro del kirchnerismo. Se dejó filtrar una versión que indicaba que su lugar sería ocupado por el actual ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Padro.

Eso sería de imposible cumplimiento por dos motivos: Wado tiene un papel preponderante en la relación con gobernadores e intendentes, algo inmodificable en un año electoral. Además, Wado deberá ser quien sienta el termómetro del armado de listas para evitar daños colaterales y enemigos gratuitos. El segundo motivo, y no menos importante, es que si Losardo decide dar un paso al costado, su lugar ya tiene un reemplazante natural, su segundo y para muchos “el verdadero ministro de Justicia”, Martín Mena.

El caso del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, por ahora ni siquiera se discute en el principal despacho político del país. Vilipendiado por propios y ajenos, Cafiero se mantiene firme en su lugar. Incluso CFK sabe que esa cabeza no la puede pedir. El jefe de ministros no mira con malos ojos tener un lugar importante en las listas que le permita retirarse con la cabeza en el alto del Gabinete, post negociación claro está y de esa manera empezar a sembrar las bases para su candidatura a intendente de San Isidro, su verdadero deseo. Esa idea no enoja al kirchnerismo.

A menos de veinticuatro horas de la Navidad, en la Quinta de Olivos, solo piden un deseo: que no los jodan por lo menos por dos semanas más. Imposible, el peronismo se está reproduciendo.

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